
De
ArgentinaDesde el momento de la reserva Jeki estuvo presente ayudándonos a llegar al Komodo Village y a organizar las actividades. La cama es muy cómoda. La habitación cuenta con un balcón con una vista privilegiada al mar, desde donde los amaneceres y los atardeceres son bellos. Desde allí mismo, durante la marea alta vimos 4 tortugas nadando, y un dugong. Jeki nos propuso proactivamente ir a nadar con el dugong, lo cual hicimos y fue una experiencia maravillosa. También nos llevó a pasear por el pueblo hasta una playa en donde con la marea baja vimos mucha fauna marina impresionante. El tour en barco que nos organizó para ver las mantas estuvo increíble, el trekking por el parque nacional nos ayudó a conseguir el mejor guía y camino posible, y el trekking por detrás del pueblo fue algo mágico! Una experiencia única.
Jeki y su familia fueron muy acogedores. Yati, la mujer de Jeki, nos cocinó todos los días, incluida la comida para el tour, y estuvo todo riquísimo.