
De
EspañaPara mí, Chunaki es más una experiencia que un alojamiento.
Por una parte tienes que ir preparado, en el sentido de que duermes en medio de la selva. Esto significa que tendrás incomodidades, como, por ejemplo, insectos en la cabaña, luz en la habitación dado que las cortinas no tapan demasiado, calor, humedad, electricidad solo unas horas del día. En ese sentido creo que no es una experiencia para todo el mundo.
Por otra parte, yo lo siento como una experiencia porqué cuando llegas a Chunaki te sientes parte de su familia. Nosotros hablábamos español y creo que eso facilita las cosas, pero todo el equipo te hace sentir parte de su familia, en el sentido que comes en su comedor la comida que te prepara Marta, las actividades que realizas son exclusivas para ti (es decir siempre íbamos solos), es decir te sientes como un huésped que está invitado a su casa.
Esa conexión con el lugar, para mi hace que fuera una experiencia que me cambió por unos días la vida, i también un poco la perspectiva de la vida. El hecho de “desconectar” de las comodidades, del móvil, del internet, del “mundo” te hace tocar un poco de pies a tierra, te hace pensar, te hace replantearte muchas cosas de la sociedad y de la manera en cómo vivimos en el mundo occidentalizado.
Agradecer el trato recibido por todos Martin, Fran, Kevin, Fercho, Gabi, Marta, nos hicieron sentir como en casa y nos marchamos con el corazón lleno y con una experiencia que no olvidaremos nunca.